domingo, octubre 31, 2004

::: La Visita :::


La una y cincuenta iban a dar,
no podía dormir, no dejaba de pensar
este gran día tan lleno de tanta alegría y dolor
se dejaba pasar
tan cerca del cielo me sentí,
tan cerca,
que aun recuerdo la mirada del Ángel
que se encontraba en él
junto a mí.

Pero cuál fue mi más doliente desgracia
al infierno fuí a caer
y ví poco a poco cómo el Ángel miraba mi caer
mi alejarme de él.

Fue el día en que más he sufrido
por aquel
“Mi Pecado Mortal”?.

En mí caída tan fuerte
Una mano amiga me quiso ayudar
Ofreciéndome el purgatorio con su amistad
Purgatorio en el cual podría
mirar a lo lejos y no tocar
ése cielo donde estaba yo
deseando con mi Ángel estar

De lejos lo miraba sonreír
y era lo que me ayudaba a sobrellevar aquella gran pena
que dentro de mí quemaba más fuerte y ardiente
que no hay palabras para explicar.

No se si el puede escuchar mi dolencia
de tan lejos que siento que esta
Lo miro y miro sin parar
y cuando el no esta
Cierro mis ojos
ya que el siempre en mi mente esta
En las primeras horas en este nuevo lugar
Escuche a una persona en la cual yo pensé podía confiar
El me dio el consejo de olvidar y
dejarme caer al infierno donde yo podré siempre jugar
Donde podré vivir con casi todos los demás
La fiesta, el alcohol me ayudarían a sobrepasar
Pero mirar al cielo ya no debería hacerlo más
Por unos minutos pensé, y mi respuesta clara fue
Prefiero vivir penando a volverme como los demás
Yo sabía dentro, muy dentro de mí que mi único recurso era esperar
Esperar a la vida, esperar a la muerte que mas sentido en este momento meda
Ya que me siento incompleto en un nivel no superficial.

Las horas pasaban y mi agonía me hacia dudar
Fue entonces cuando hice un trato que más nadie podría mirar
En este trato decía todo lo que sentía y todo lo que deseaba
Y con mi sangre debía firmar
Tal vez lograre el objetivo o tal vez nunca lo llegue a alcanzar
Pero en este trato tan lindo toda mi alma esta.


En el purgatorio me decían, es el mismo que no confía
Pero dentro de mi yo sentía que fui yo el que debió ayudar
Ayudarlo a creer en mí,
Ayudarlo a sentir lo que yo ciento
Ayudarlo y aprender juntos
Un poco más cada día.


Entre tantos recuerdos que en ese momento sentía
Encontré una luz que dentro de mí existía
Esta luz tan brillante era mi alma
Alma con la cual solo no me sentiría.

Pasaron las horas, los días
La verdad no se con exactitud
Ya que en mi gran agonía
El tiempo no más existía.

Mirando al cielo yo siempre estaba
Esperando el tiempo en que todo esto cambiara
Cuando algo desapercibido pasó
Aquel mi Ángel a mi purgatorio una vez mas voltio…